Tabaquismo

Se considera adicción nicotínica o tabaquismo al consumo habitual de productos elaborados del tabaco especialmente cigarrillos de forma que suponga un riesgo para la salud. La conducta de fumar, como cualquier otra conducta compleja, es explicable como resultado de una particular combinación de factores entre ellos, un estado motivacional, unas condiciones contextuales generales y específicas y unas consecuencias automáticas y/o sociales de la realización de la conducta en sí. En general las drogas, como tales, cumplen un papel de reforzadores positivos o negativos de aquellos comportamientos que han llevado a su consecución y consumo, todo ello teniendo en cuenta que las propiedades reforzantes de las sustancias adictivas pueden variar de una persona a otra. La adicción al tabaco es elevada no obstante el tabaquismo no es una enfermedad que controla al fumador de forma que éste se ve obligado a seguir fumando para siempre. Como adicción que es, el proceso de desintoxicación producirá malestar e incomodidades pero se trata de algo que todo ser humano que decida firmemente soportar puede soportar. Si un fumador decide dejar de fumar nada ni nadie que no sea él mismo le impide no volver a encender un cigarrillo.