TRASTORNO POR ATRACÓN: Qué es y qué no es

 

Para poder comprender qué son los atracones que pueden llegar a constituir el trastorno por atracón es importante saber qué son y qué los caracteriza; a ello vamos a dedicar esta entrada

Llamamos episodio de atracón al hecho que se basa principalmente en dos aspectos; en primer lugar, se produce una ingesta de alimentos que se considera excesiva, en segundo lugar, y también importante, esta ingesta va acompañada por la sensación de pérdida de control.

Empezando por la cantidad, suele ser superior a lo que la mayoría considera, ésta tal vez puede no parecer exagerada a un observador externo, por lo que también se tiene en cuenta la opinión subjetiva de la persona que se ha dado el atracón. Es posible que si una persona se prohíbe los dulces, el hecho de comerse una tarde 5 magdalenas en pocos minutos lo considere un atracón, en cambio a una persona que normalmente toma 2 magdalenas para merendar, tomarse 2 más lo puede interpretar como que ese día se ha dado un “capricho”.

Pasamos ahora a la pérdida de control, fundamental para catalogar algo como atracón o no. Si en el caso anterior la persona se ha comido 5 magdalenas porque le apetecía, lo ha hecho de forma calmada y controlada, no es un atracón, en cambio si la persona planeaba sólo comerse 1 magdalena y cuando ha empezado no ha podido parar y ha terminado comiendo 5 entonces sí podríamos hablar de un atracón.

Sabiendo ya estos dos aspectos fundamentales vamos a describir las demás  características de los atracones:

  • Sensaciones: agradables al inicio el atracón, aunque instantes después aparecen la culpa y el malestar tanto físico como mental por la ingesta descontrolada.

  • Velocidad: puede comenzarse de manera más reducida, donde la comida se saborea y mastica lentametamente, pero por lo general después se engulle rápidamente.

  • Agitación: Suele haber hiperactivación, la persona se remueve en el asiento o pasea por la habitación, dando una sensación de gran nerviosismo.

  • Sensación de consciencia alterada: el periodo durante el que se realiza el atracón suele describirse como un lapso de tiempo en que la conducta se hace casi automática, sin ser plenamente consciente de ella.

  • Secretismo: Es común comer de forma relativamente normal y luego, en secreto, volver a por más o llevar comida al dormitorio o baño.

  • Sensación de pérdida de control: Es el factor clave de los atracones. Esta sensación puede ir apareciendo gradualmente, a medida que se come, o de repente, donde una ingesta controlada se vuelve más descontrolada. Existen personas que planean sus atracones, teniendo así sensación de control sobre ellos, aunque esto no es del todo cierto ya que no evitan que sucedan, e incluso reconocen que se dan atracones que no estaban planeados.

 

Veamos dos ejemplos:  

 

Es el día de nochebuena, estoy en la cena familiar. El primer plato está muy bueno, pero el que más me gusta es el segundo plato, sabe delicoso, de hecho me gusta tanto que me sirvo una segunda ración. Para finalizar, los postres, no soy muy de dulce, picoteo algunos mantecados y polvorones mietras hablamos y me tomo varias copitas de cava. Cuando todos se van me lavo los dientes y me acuesto. ¿Es esto un atracón? No, una persona en una situación puntual puede comer más y ello no constituye un atracón siempre y cuando, como en este caso, sienta que controla la situación.

 

Es el día de nochebuena, estoy en la cena familiar. El primer plato está bien; el mejor sin duda es el segundo plato, solomillo, como mi ración en cuestión de minutos y no dudo en coger otra, y entonces noto que los demás se me quedan mirando, apenas he participado en la conversación, dejo de comer, aunque me comería una tercera ración, y hablo con mi familia. Llega el turno de los postres, no soy muy de dulce, picoteo algunos mantecados y polvorones mietras hablamos y me tomo varias copitas de cava. Bien entrada la noche todos se van, me lavo los dientes y me acuesto, pero no consigo dejar de pensar en el solomillo que ha sobrado, estoy tenso, me apetece mucho comerlo. Bajo a la cocina con la intención de comer un pequeño trozo pero entonces me apetece más y acabo comiendo todo lo que ha sobrado, lo hago tan rápido que apenas noto el sabor de la comida; yo no quería esto, ahora me siento culpable y me duele el estómago, he comido demasiado, no podía parar. ¿Es esto un atracón? Sí, pero no durante la cena, la persona quería comer más solomillo pero se ha refrenado, el atracón en este caso ha sido nocturno, ha comido más de lo que había planeado en un inicio y ha tenido esa sensación de pérdida de control y remordimientos.

 

Por tanto, para hablar de trastorno por atracón se deben cumplir estas condiciones: ingestión  de alimentos superior a lo que la mayoría considera normal en un periodo de tiempo determinado, sensación de falta de control, malestar respecto a los atracones, el episodio de atracón suele producirse mínimo una vez a la semana (mínimo durante tres meses), y se suele comer más rápidamente, hasta sentirse lleno, no se siente hambre físico antes, y suele haber culpabilidad al finalizar.

 

Ángela Carro

Psicóloga colaboradora en Clínica de Llago